De pérdidas y ganancias.

Cada día que pasa me pregunto que estoy haciendo de mi vida, si soy feliz y como me gustaría afrontar mi futuro.
Sin excepción, cada mañana miro por la ventana y pienso en lo que estoy ganando y en lo que me pierdo por estar en donde estoy, y siempre llego al mismo punto: no sé.
Todo se me hace confuso, cuando pienso. No puedo definir cual es mi verdadero estado de ánimo por mucho que me esfuerce. Pienso a veces que lo que crecí en estos cinco años de distancia es incomparable a lo que hubiese crecido en caso de quedarme, pero...es cierto eso? no será que inevitablemente el crecimiento hubiese venido, aún sin quererlo o esperarlo?
Es innegable, de más está decirlo que viajé mucho y que eso no lo hubiese hecho si no fuese por mi venida a Holanda, pero cuales son las cosas que me importan realmente? cuantos cafés con mi viejo no tomé? cuantas paseos con mi perro Zeus perdí? cuantos pasos por las calles de mi ciudad no dí?
Y por otro lado: tiene sentido preguntarse eso? necesariamente el camino que tome me hará renunciar a todos los destinos alternativos, a otras rutas, a diferentes vivencias y experiencias; así que es inútil torturarme por las cosas que no fueron...pero aún así no logro sacarme esa sensación de haber renunciado a las cosas que más amo a cambio de estabilidad.

Espero algún día encontrar el camino correcto (si es que hay uno) para mí.